2013: ¿La mejor generación del Salón de la Fama hasta ahora?

Con la inducción de Booker T, se cierra la temporada del Salón de la Fama, ¿es la mejor de la historia?

Como en la mayoría de los deportes (Sí, acá consideramos la lucha un deporte, un deporte espectáculo, pero deporte al fin), existe un reconocimiento a quienes dejan huella, ya sea por su labor dentro como fuera del cuadrilátero. En la WWE ese mérito se eterniza en una ceremonia que se realiza un día antes de Wrestlemania, donde luchadores actuales y antiguos se unen en un saludo a quienes dieron todo por este deporte y algunas celebridades que aparecieron en un evento específico (como Drew Carrey o Mike Tyson ). Si bien el Salón de la Fama existe desde 1993, es desde el 2004 que la ceremonia toma real importancia, ya que se hace en la previa de la “Vitrina de los Inmortales”. Este año en particular, se les da este honor a grandes estrellas.

Bruno Sammartino: si usted no conoce mucho de la lucha libre, este hombre debiera ser su primera alternativa a la hora de investigar. Bruno es la primera super-estrella de la lucha libre, al ser el único que ha tenido en su poder el cinturón de campeón mundial por más de diez años (en dos reinados). Es factible que la duración sea puesta en duda debido a la gran cantidad de veces que los campeones ponen en juego su título en la actualidad, pero el legado de la bestia italiana no puede menospreciarse ya que es el primer luchador que tuvo tanto arrastre para llenar varias veces el Madison Square Garden, la meca no solo de la lucha, sino que de la mayoría de los deportes indoor del mundo.

Bob Backlund: Si con Sammartino la historia parecía estar completa, se incorporó también a la segunda persona con mayor tiempo como campeón en la empresa. Si bien Backlund tenía (en su tiempo de luchador) un físico más esmirriado que otros, su rapidez y temperamento lo pusieron al tope de la industria. Tanto así que en 1994, diez años después de perder el título que sostuvo por más de cinco años, lo volvió a ganar de manos nada menos que de Bret Hart, la estrella más grande de ese tiempo.

Mick Foley: Quizás la posteridad dirá que Mick fue exaltado al salón de la fama en un minuto donde las estrellas fueron tan grandes que eclipsaron un poco su brillo. Sin embargo, el mérito de Foley va mucho más allá, es sin lugar a dudas el peleador más extremo que haya pasado por los rings de la WWE, no tenía problemas con nada: palos, tarros, escaleras, fuego, lo que sea con tal de generar dolor en su oponente, lo que el disfrutaba tanto como su propio dolor que parecía motivarlo para superar sus propios límites. Hay momentos tan especiales como cuando fue lanzado desde encima de la jaula de acero a la mesa de comentarios en español por el Undertaker, o cuando recibió una lanza de parte de Edge a una mesa en llamas; el físico de Mick lo toleró todo… y siempre con una sonrisa.

Trish Stratus: Hablar de Trish es remontarse a la mejor época de las divas en la WWE (principios del 2000). En ese tiempo, las mujeres eran mucho más que un adorno de luchas masculinas o que el relleno para luchas principales. El título de mujeres era un elemento codiciado y peleado con uñas y dientes para saber quien era la mejor. Y Trish sin duda fue la mejor en todo lo que hizo: si había que ser sexy, usaba un conjunto donde se apreciaban sus mejores atributos (y vaya que aún los tiene); si había que discutir, ella tomaba el micrófono y dejaba helados a rivales ya otros compañeros hombres; y si había que luchar, fue de menos a una campeona de tomo y lomo. Tuvo grandes rivalidades como contra Lita y Mickey James. Sin duda la mejor luchadora de la era moderna de la WWE.

Booker T: Tal vez es quién haya sido el más perjudicado con esta “avalancha” de talento en el Salón de la Fama. ¿Eso significa que es menos que el resto? Por supuesto que no. El hombre libro, cuya carrera se desarrolló principalmente en la fallecida WCW, tiene quizás un mérito superior al de cualquier otro: el haber llegado al tope de la empresa siendo un hombre de color. Digan lo que digan y no importando a quien moleste, la lucha libre es un espectáculo altamente dominado por los atletas blancos (¿Recuerda al último campeón Afroamericano de las categorías máximas?, no hay muchos, y aparte de Mark Henry, si vamos hacia atrás seguramente llegaremos al mismo Booker). Tal vez la razón sea que los seguidores de la lucha libre son mayoritariamente blancos, no lo sé, pero pese a esto el “Hombre Libro” lo logró y no solo una, sino que 5, 5, 5 veces!!!!

Donald Trump: En los últimos años, la WWE en su afán de mediatizar y ampliar aún más su rango de acción ha inducido a este salón a algunas celebridades que tuvieron o tienen alguna relación con el mundo de la lucha. Esta vez el elegido es Donald Trump, cuyo legado en el ring habla de una aparición en Wrestlemania 23 que le costó el pelo al Sr. McMahon y la “compra” de RAW durante una semana en 2009. Sin embargo su unión con la lucha va mucho más allá, además de su amistad con Vince (ambos del partido repúblicano), se la jugó con prestar su hotel, el de mayor prestigio y lujo en ese minuto, para las realizaciones de los Wrestlemania IV y V. Esto sin duda resultó en un empuje bastante importante al aún incipiente negocio de la WWE como un evento global.
Desde mi punto de vista, la WWE echó la casa por la ventana en esta ocasión y se inscribió con los mejores homenajeados. ¿Qué opinan?


Fuente | guioteca.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario